La autorización faculta al laboratorio a operar el acelerador electrostático Van de Graaff, único en el país, destinado principalmente a proporcionar haces de iones con el fin de realizar investigación científica.
“Es un logro inmenso tener este permiso, ya que este acelerador es único en su estilo en Chile. A partir de este permiso de la CCHEN, podremos concretar proyectos como el de la académica del Departamento de Física, Tabatha Rodríguez Cabello, llamado Development of an external beam pixe set-up and análisis methodology for atmospheric applications, el cual busca medir las concentraciones de elementos presentes en filtros que recogen contaminación en el aire”, explica Rafael Correa Devés, director ejecutivo del Laboratorio de Investigaciones Aplicadas con Tecnologías Atómicas y Nucleares (LIATAN).
En concreto esta autorización de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, organismo regulador en el país de las instalaciones nucleares de primera categoría, le permite al laboratorio operar el acelerador electrostático Van de Graaff (VDG) hasta el 31 de julio de 2029. El VDG es único en el país, fue fabricado por la firma estadounidense High Voltaje en 1975 y está destinado principalmente a proporcionar haces de iones con el fin de realizar investigación científica.
Tal como comenta Eugenio Miranda San Martín, jefe de operaciones del LIATAN, “hasta la fecha contábamos con un permiso de construcción que nos permitía realizar algunas pruebas, pero ahora podemos trabajar de acuerdo con nuestras necesidades. Por otro lado, me parece es importante, ya que demuestra que todo el trabajo previo fue realizado de buena manera, con profesionalismo y guardando las medidas de seguridad que un equipo como este requiere”.
Pero antes de esto, ya que un acelerador de partículas es considerado una instalación nuclear de primera categoría, primero el LIATAN tuvo que contar con una autorización para el traslado e instalación y pruebas del equipo en la UTEM. Además, todo el personal del LIATAN debió realizar un curso de protección radiológica y obtener el permiso de desempeño de la SEREMI de Salud. En el caso del operador y oficial de protección radiológica, contar con la autorización de la CCHEN.
“Finalmente, se realizó una exhaustiva inspección de la instalación por parte de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, donde se evaluaron los sistemas de seguridad instalados, los procedimientos de uso y mantención, además de lo presentado en la memoria de cálculo de la instalación del acelerador”, explica Correa Devés.
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